Desacertada la propuesta musical de "Grease"

Septiembre 23, 2007
Santurce, Puerto Rico

Este fin de semana subió a escena una nueva revisión del musical Grease bajo la dirección de Sonia Valentín. La obra musical se convirtió de una comedia a una tragedia teatral donde los asesinos fueron los integrantes del Reality Show Objetivo Fama de todas sus ediciones. Este musical subió a escena por primera vez en 1971 y ha sido uno de los musicales más exitosos de Broadway de todos los tiempos y ha tenido varios remontajes y hasta una versión fílmica. En Puerto Rico ya se había anteriormente hecho un montaje de este musical hace unos años.

Esta versión subió a escena el fin e semana pasado en el escenario más importante del país, el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré en la Sala de Festivales. La obra sabía que iba a ser una desilusión desde que uno de los empleados de la producción quiso cobrar por darme un programa de la obra. Cosas como esta no se ven ni siquiera en Broadway, esta gente tiene auspiciadores que ni botándolos se acaban o ¿acaso Univision no les dio suficiente dinero para pagar los programas?

Las actuaciones, en su mayoría, parecían de estudiantes de escuela elemental, y no de superior como sugiere la trama. Lamentablemente la dirección de la obra estuvo desenfocada y sin ninguna lógica evidente. Comencemos con los protagonistas Víctor Santiago (Danny) y Jenilka Giusty (Sandy), que por su parte estuvieron fatal. La falta de capacidad histriónica de estos pseudo actores puso al público a tratar de entender la trama y de sufrir cada una de sus mediocres escenas. Por parte de las chicas el resto del elenco siguió el desastre teatral con Patricia Contreras (Marty), Melanie Figueroa (Jan), Lían Machín (Frenchy) y Lizmarie Goldilla (Patty). La parte de los muchachos Arquímedes González tuvo a cargo de traer a escena al magnífico Kenickie, el pobre muchacho no tenía la agilidad para el personaje que le dieron, parecía que tenía dos sacos de papas en los pies porque estaba súper pesado en todos sus números y para acabar de rematar su micrófono tuvo problemas durante toda la función. Sus actuaciones fueron tan pobres que a veces ni se entendía lo que decían.

Las únicas actuaciones que valieron la pena fueron las de Rizzo, interpretada excelentemente por Yezmín Luzzed que le dio un respiro a las pocas personas que fueron allí en busca de un buen teatro. Otras actuaciones muy acertadas las dieron los veteranos en las tablas Carlos Estéban Fonseca y Aida Encarnación.

A pesar de todo esto la producción tuvo unos números memorables, y son los siguientes: la participación del joven Tony Cordero en su papel de Doddy y su canción, la excelente participación del cantante Iván López en su cameo como Teen Angel en el cual interpretó la canción “Beauty School Drop-out” que fue uno de los números más aplaudidos de la noche. Y finalmente la participación de Esteban Nuñez en su papel del Johnny Casino.

La iluminación y la escenografía estuvieron excelentes y al nivel de una obra musical como esta. El sonido tuvo muchos problemas de retroalimentación y de volumen y afectó además a las ya pobres actuaciones. La orquesta por su parte estuvo excelente bajo la dirección magistral de Carlos Cruz.

Es lamentable que la productora de esta obra sea una de las luminarias del teatro puertorriqueño Alba Nydia Díaz, quién ha sido asociada, casi siempre, con las mejores producciones del país. Esta obra se queda corta en muchos aspectos debido principalmente a malas decisiones en cuestión de producción y selección de elenco.

En conclusión, los muchachos de Objetivo Fama en Grease cantaron muy bien, pero de ahí a tener las herramientas para hacer una producción de este calibre funcionar se quedaron cortos, pero por mucho. Talento a cantar no necesariamente se traduce en habilidad de actuar y bailar y mucho menos en poder hacer las tres cosas a la vez. Yo sugiero entonces el cambio de nombre de la obra a Grease… Un musical lleno de desilusión.

Excelente el "Camaleón" en Rio Piedras

Septiembre 17, 2007
Rio Pierdras, Puerto Rico

El pasado fin de semana continuó sus presentaciones en el Teatrito del Recinto Universitario de Río Piedras El Camaleón del Pastor de Eugène Ionesco, en un montaje del estudiante de dirección del Departamento de Drama Gamaliel Valle Rosa. La excelente puesta en escena fue una fresca propuesta del clásico del movimiento de Teatro Absurdo y de uno de sus más sobresalientes exponentes. La trama, cuya traducción directa es Improvisación del Alma, muestra al propio autor que recibe la visita de unos personajes que son una especie de críticos/académicos que vienen a buscar la nueva obra de este autor y que se van en una encomienda en definir que es el teatro. Esta pieza ha sido representada en innumerables ocasiones desde su estreno a mediados de los 50’s.

El personaje de Ionesco fue interpretado por Edwin E. González Moró quién tuvo una interpretación poco original, pero acertada. Los críticos, de nombre Bartolomeos, fueron interpretados con excelencia con la excelente capacidad histriónica de Heriberto Feliciano, Milton Cordero y Eunice Jiménez Emmanueli. Por otra parte, la última que interviene en la trama es la empleada doméstica del autor, María que tomo vida a través de Marimer I. Juan Rivera que lamentablemente su interpretación se quedó corta comparada con la excelencia de actuaciones que mostró la puesta escena.

La escenografía fue una muy sencilla y agilizó la puesta en escena. La producción contó con una iluminación muy apropiada que agregó unas pinceladas de color y una ambientación que dividió los diferentes ánimos mostrados en escena. La producción tuvo una dirección muy clara y un concepto muy bueno. La puesta entonces empaca sus tereques para así presentarse a finales de mes en Caguas y para seguir su gira a través de la isla.

Camuflado el acierto en el Teatrito del Recinto de Mayagüez

Mayagüez, Puerto Rico
Septiembre 13, 2007

Este lunes el director de la pieza Camuflaje Cultural: 6 Tubos de Ensayo, Luisfe Rivera, me dejó entrar en la intimidad del ensayo general de la nueva propuesta teatral del grupo TeatRUM. Luisfe Rivera es uno de lo teatreros que con sus trabajos de creación escénica demuestra que es uno de los jóvenes con uno de los futuros más prometedores del mencionado colectivo. Esta pieza sube a escena el 12, 13 y 14 de septiembre de este año a las 8:00pm en su acostumbrado espacio de expresión El Teatrito del Recinto Universitario de Mayagüez en la Universidad de Puerto Rico.

La puesta episódica trajo algunas propuestas interesantes. Las propuestas comenzaron con un extenso visual donde se mostraban diferentes zapatos con la excelente música de Ska-P en la cargada canción de “Como me pongo”. El segundo y mejor episodio de la noche tuvo la excelente participación de la joven actriz Zuleira Soto. La mencionada actriz interpretó magistralmente un tipo de anfitriona televisiva que torturaba a sus televidentes sicológicamente para asegurar su sintonía.

Momentos después se hizo una escena en una proyección en la cortina de fondo al estilo del grupo llamado Tropa Pilobolus Dance. Esta fue una propuesta muy buena y se aleja de las anteriores propuestas del colectivo, por eso la encontré innovadora. En esta parte sobresalió la estilizad de movimiento del actor Geoffrey Lasalle, el cual contó con el apoyo de los actores Raúl García y Suácer Marmolejos.

Seguido la puesta pasó a una escena cuyo fondo musical evocaba los filmes silentes de principio del siglo pasado. Este montaje fue una propuesta interesante con un trabajo actoral en que cual sobresalieron la fiscalizaciones de Eury González y la magnífica caracterización de Geoffrey Lasalle. El concepto de esta parte como tal fue interesante, pero realmente no refinado ya que había varios cabos sueltos en el mismo y no necesariamente compartía un enlace con el resto del montaje.

Luego de esto fue donde la pieza perdió un poco el estilo. Los siguientes episodios fueron anti-climáticos a lo antes ocurrido y verdaderamente mediocremente trabajados en lo que a frases de movimiento se refiere. La misma contó con la intervención de multimedia muy acertada, pero fue tan extensa que resultó tediosa. El cierre entonces estuvo a cargo de Pamela Padilla y Eury González que con control remoto en mano continuaron en su transe psicológico para dar fin a la pieza.

Creo que lamentablemente al ser un trabajo de autoría grupal se convirtió en una ensalada teatral en la cual solo algunas partes eran realmente sobresalientes y las restantes por su parte no daban la talla de trabajos anteriores del colectivo. Por otro lado, el apoyo técnico de Camuflaje fue acertado y llevó a la pieza de la mano en su desenfocado camino.